martes, 3 de noviembre de 2009

Ongania



En 1963, el ejército azul estaba liderado por tres generales: Juan Carlos Ongania como comandante en jefe, Benjamin Rattenbach como secretario de arma y Julio Alsogaray como subsecretario. Como perteneciente al ejército azul y líder del mismo, Ongania, era partidario de permitir un acceso condicionado de ciertos peronistas dentro de la normalización institucional y proponían la defensa de las instituciones democráticas y la no injerencia de las Fuerzas Armadas en asuntos políticos.


Hacia 1965, ya se preveía un ambiente de revolución con la llegada de Isabel Perón junto a las 62 organizaciones con el objetivo de terminar con el metalúrgico Vandor(simpatizante del ejército azul) que estaba haciendo caso omiso a las órdenes dictadas. (Todo esto se explica con más precisión en la entrada anterior). Varios de los que participaron del asesinato de Vandor pasan a formar parte años después de los Montoneros. Continuando, el 23 de noviembre de ese mismo año, Ongania renuncia como comandante en jefe sugiriendo una victoria por parte del gobierno en vez de lo que en realidad se aproximaba: un golpe de estado. Lo anterior resulta paradójico en cuanto lo relacionamos con la política del ejercito azul que él encabezaba la cual se basaba en “acciones legales”.

Iniciando la “Revolución Argentina” (Juan Carlos Onganía 1966-1970, Marcelo Levingston 1970-1971 y Alejandro Agustín Lanusse 1971-1973 ), el 29 de junio de 1966, luego de que las Fuerzas Armadas irrumpieran en la Casa Rosada, destituyeran al presidente y al vice, a los gobernadores, al Congreso Nacional y a las legislaturas provinciales, asumió la Primera Magistratura el general Juan Carlos Ongania. En líneas generales, su mandato se caracterizo por ser autoritario y de un poder centralizado. Llego a tener tanto control que la palabra reacción popular o toda aquella que tuviese que ver con huelgas casi ni se oía. Aquellos que se mostraran en desacuerdo con su régimen sufrieron graves consecuencias como por ejemplo la Universidad que fue víctima de la Noche de los bastones largos.


  • Resistencia peronista:

Paralelamente, surgían como la izquierda peronista un grupo conocido como los montoneros. Este grupo estaba conformado por jóvenes idealistas (peronistas, nacionalistas católicos, muchos de derecha, etc) unidos por un objetivo: hacer revolución por medio de Perón ya que creían fielmente que él era el único capaz de lograr un cambio. La fuerza armada guerrillera del peronismo de izquierda demostró, a lo largo de los años, una inserción en la sociedad muy importante claramente visible mas adelante con el secuestro de Aramburu

  • Movimientos sindicales:

El cierre de los azucareros en la provincia de Tucumán acarreo consigo montones de desempleados. Allí fue cuando la CGT decidió hacer algo al asunto. Se organizo, hacia fines de febrero de 196, un plan de lucha el cual consistía, primariamente, en una huelga a nivel nacional.
El que no existiera la posibilidad de huelgas para los sindicalistas trajo una fragmentación en la CGT vandorista. Entre tanto, algunos intentaron en vano negociar con el gobierno. Llegada la fecha establecida la CGT se dividió en dos: los más pacifistas liderados por Vandor y los más revolucionarios a manos de Raimundo Ongaro surgiendo la CGTA.


  • Perón:

"Para mí, éste es un movimiento simpático —dijo— porque se acortó una situación que ya no podía continuar. Cada argentino sentía eso. Onganía puso término a una etapa de verdadera corrupción. Illia había detenido el país queriendo imponerle estructuras del año mil ochocientos, cuando nace el demoliberalismo burgués, atomizando a los partidos políticos. Si el nuevo gobierno procede bien, triunfará. Es la última oportunidad de la Argentina para evitar que la guerra civil se transforme en la única salida." "Cuando los jefes militares me visitaron por interpósita persona, descubrimos algunas coincidencias. Pero hace poco escribí con seudónimo que el peronismo no pacta con nadie. Si el nuevo Gobierno apoya los intereses populares, nosotros apoyaremos al Gobierno. La proscripción del peronismo no nos interesa porque es imposible proscribirnos por decreto. No nos interesa nuestra existencia legal, sino nuestra existencia real. Tampoco nos interesa el acceso al poder porque no luchamos por nosotros sino por el país. Hemos aprendido a tener paciencia; será dentro de un año, dentro de diez. Creemos, como Confucio, que una hormiga no puede matar a un elefante, pero que puede comérselo. Tenemos buenos nervios.”…Si permanecí impasible durante diez años ante el retroceso nacional, es porque no creo en la violencia ni en la destrucción de las obras realizadas, porque lo que ya está hecho puede prosperar. Tuve importantísimos ofrecimientos de armas; y tropas, pero me negué por no entregar el alma al diablo ni provocar derramamientos de sangre…”

Perón da este discurso desde España tras el derrocamiento de Illia en Argentina. En el mismo subraya que a pesar de tenerle esperanzas al gobierno de Ongania declara que el peronismo “no pacta con nadie” .Solamente si este gobierno respeta los intereses populares seria apoyado o no por el peronismo. Como entreviendo lo que se aproximaba, advierte que no les afectaría la proscripción de su partido. Así mismo, justifica lo anterior diciendo que lo relevante es la existencia real y no la legal. Esta existencia real durante la “Revolución argentina” se observa en el nacimiento de los montoneros quienes, contrariamente a lo que llama Perón mas adelante en este discurso, recurren a las armas y a la violencia.


Fuentes:

http://www.atp.com.ar/post/Info/101981/Golpe_de_Estado_1966.html

http://www.oni.escuelas.edu.ar/olimpi99/vision20/hechos.htm

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=817585

Los presidentes argentinos, quienes fueron, que hisieron, como vivieron de Fernando Sabsay


1 comentario:

  1. Hola, en esta entrada quería agregar otras medidas tomadas por el presidente Onganía que demuestran que su gobierno autoritario y represivo trajo muchas consecuencias desfavorables para la población. Se dictó una Ley de arbitraje obligatorio, que condicionó la posibilidad de hacer huelga. La Ley de indemnizaciones por despidos se modificó creando un aumentó de la edad para jubilarse. Se creó también un Plan de lucha (1967) que trajo despidos masivos y retiros de personería sindical. Pero todas estas medidas tuvieron como consecuencia no sólo la extrema represión por parte del gobierno, sino también la caída de la posibilidad de progreso y la calidad de trabajo, los accidentes de trabajos y las licencias por enfermedad qué aumentaron, el deterioro de la salud de la población, el abandono de los niños y ancianos y finalmente el gran y preocupante incremento de la delincuencia y la violencia.

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